Los problemas de dinero, las responsabilidades laborales y los asuntos familiares son solo algunas de las cuestiones que mantienen a muchas personas atadas a una región. Pero para los más acaudalados del mundo, existe la percepción de que estas limitaciones no son tan severas. Por el contrario, esas familias pueden disfrutar con más facilidad del romanticismo de vivir globalmente.

Sin embargo, incluso con toda la libertad que proporciona un patrimonio elevado, el hecho de ser una familia global entraña sus propias complejidades para la gestión del patrimonio. Marco Sella-Rolando conoce perfectamente los problemas que se presentan, no solo a raíz de su experiencia en Julius Baer trabajando con clientes internacionales en Europa, los mercados emergentes, Oriente Medio y África, sino también debido a que sus propias raíces son de escala global.

A lo largo de los años ha desarrollado una idea clara sobre la manera de gestionar las complejidades de la planificación patrimonial cuando los activos y los miembros de la familia están diseminados por todo el mundo. A continuación, nos revela cinco pasos para simplificar los asuntos patrimoniales en tales circunstancias:

La experiencia de Marco en este ámbito tiene dos orígenes: en primer lugar, lleva 12 años en Julius Baer, trabajando estrechamente con particulares con patrimonios muy elevados y sus familias para asegurar que sepan qué perspectivas deben tener en cuenta. Y en segundo lugar, su historial personal es un mosaico de fascinantes migraciones. Nacido en Sudáfrica, de madre alemana y padre italiano, su vida familiar comenzó con la certeza firme de que el mundo puede ser más grande que nuestros patios traseros y estar totalmente interconectado.

Viajar, como deseo y como oportunidad, fue la clave de su historia incluso mucho antes de nacer. Su madre, nacida en Alemania, estaba explorando el continente africano cuando conoció al padre de Marco, un italiano que se había trasladado a Sudáfrica con su familia a los 15 años.

Marco creció en Polokwane, en el extremo norte de Sudáfrica, percibiendo la ciudad desde la óptica de un sudafricano, un italiano y un alemán, simultáneamente. Sus estudios y el deseo de progresar en su carrera lo llevaron al Reino Unido, donde vivió en Londres durante 10 años. Allí conoció a su esposa sudafricana y británica, y hace 12 años decidieron mudarse a Suiza.

A orillas del reluciente lago de Zug, Marco se estableció con su propia familia multinacional. La propia ciudad de Zug, explica Marco, es un centro de globalización y complejidad única. Funciona como un híbrido fascinante de lo antiguo y lo nuevo, de la tradición y la innovación.

«Un domingo en el cielo es ruidoso comparado con esta tranquilidad», escribió el autor estadounidense Mark Twain sobre la zona que rodea al cercano monte Rigi mientras vivía en Suiza a finales del siglo XIX. El escritor disfrutaba de la paz que le proporcionaba la montaña, y a Marco le gusta mucho esta cita, ya que él piensa que resume perfectamente la serenidad de su hogar.

«Mucho ha cambiado desde entonces», señala Marco. «Y me sigue divirtiendo su observación cuando considero lo ajetreada e internacionalmente diversa que es Zug hoy en día. El cantón no solo es la sede de muchas organizaciones internacionales, sino que también destaca como centro de desarrollo de blockchain y activos digitales, pues allí tienen su sede muchas empresas tecnológicas emergentes y proveedores de servicios».

Un conocimiento más profundo de las familias globales

Su ciudad de origen suiza permite a Marco conocer mejor a las familias a las que ayuda a diario, como él mismo dice: «Estos factores han hecho que Zug, al igual que Suiza en general, resulte atractiva para las familias internacionales, y, como planificador patrimonial, estas me fascinan, ya sea que se queden por compromisos a corto plazo o que se trasladen pensando en un horizonte más largo».

«Esto se debe a que nuestro papel como planificadores patrimoniales nos permite entrar en la sala de máquinas de muchas de las deliberaciones que repercuten en las complejas familias con grandes patrimonios, en particular aquellas que tienen miembros y/o activos en diversos lugares del mundo».

«Nuestro informe del barómetro familiar muestra que una de cada dos familias con grandes patrimonios tiene activos físicos o miembros de la familia en tres o más continentes. La planificación puede ser complicada cuando se trata de una sola clase activos y la complejidad aumenta exponencialmente cuando los activos implican varias clases diseminadas en distintos países y los miembros de la familia también viven repartidos por todo el mundo», añade Marco.

Todo puede parecer abrumador: cuanto más grande se haga su mundo, más complicada puede ser su situación financiera. Sin embargo, como han demostrado los expertos en planificación patrimonial como Marco, estas complejidades no son insuperables y no tienen por qué ser estresantes. Si se tienen en cuenta sus cinco pasos, sortear las complejidades se convierte en una travesía mucho más fácil.

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