Dejando su huella: ¿qué es la inversión filantrópica?
Quizá quiera crear un legado, una huella positiva en este mundo que perdure durante generaciones. Esto puede implicar la dedicación de tiempo y dinero para definir una estrategia filantrópica personal que incorpore sus valores.
La filantropía puede considerarse bajo el término general de gestión patrimonial responsable, que va más allá de la inversión responsable, sostenible o de impacto. Mientras que los instrumentos «responsables» y «sostenibles» pueden conformar los elementos básicos de un portafolio diversificado, los instrumentos «de impacto» son más bien inversiones satélite. Por su parte, la filantropía es un servicio destinado al bien común y no una estrategia para obtener beneficios económicos.
Como enfoque de inversión, concuerda con las esperanzas del inversionista de lograr una sociedad más justa y mejorar el bienestar de comunidades o grupos sociales específicos. Se trata de apoyar causas que permitan hacer realidad dichos objetivos.
¿Por qué es importante la inversión filantrópica?
Nuestra directora de sostenibilidad, Yvonne Suter, explicó en nuestro que la inversión filantrópica es «para aquellos inversionistas que quieren crear un legado para las generaciones venideras, para aquellos que quieren donar a proyectos caritativos y deseen apoyar a fundaciones benéficas».
Y, como explica Charles Gothard en un artículo escrito para Julius Baer, muchos particulares con gran patrimonio «pasan toda la vida construyendo su legado para las generaciones futuras».
«Hacia el final de ese viaje, suelen desarrollar una sensibilidad social y ambiental que los mueve a encontrar la manera de aportar su granito de arena a la sociedad. Se percatan de que cuentan con recursos financieros y, a menudo, con la experiencia y las habilidades necesarias para intentar dar solución a los problemas de la sociedad. La filantropía es una vía para conseguirlo».
¿Cómo puede empezar a dejar su huella con la inversión filantrópica?
El camino para dejar su huella puede empezar por mirar hacia dentro y evaluar su propia capacidad para impulsar el cambio.
Como explica nuestra Directora de filantropía, Caroline Piraud, puede ser útil evaluar sus «4T» (time, talent, treasure and ties: tiempo, talento, tesoro y vínculos) para definir el compromiso filantrópico deseado.
- Tiempo: «Dar tiempo es tan importante como dar dinero», explica Caroline. «En primer lugar, está el regalo de su presencia, que no debe subestimarse en un mundo en el que la soledad se considera a menudo una epidemia con repercusiones sociales, sanitarias y económicas reales. Y, en segundo lugar, nunca faltan tareas para las que se necesitan voluntarios, como las compras para quienes pertenecen a un grupo de riesgo».
- Talento: Su combinación de talentos es única. Aunque los conocimientos contables, la experiencia en juntas directivas y la captación de fondos son aptitudes que suelen asociarse a la filantropía, merece la pena ampliar el abanico de posibilidades. Las residencias de ancianos suelen acoger con agrado a animadores invitados, los padres de recién nacidos aprecian los grupos organizados para llevar comida y los programas de tutoría buscan mentores diversos y con conocimientos.
- Tesoro: Puede que su presupuesto filantrópico sea de cientos de miles de euros o que su hijo pueda aportar el dinero que recibió esta semana como paga. Se trata de maximizar el efecto positivo de lo que usted puede gastar, incluso si eso consiste simplemente en ajustar los egresos existentes en función de su causa, como comprar a pequeña escala o a nivel local. Otro consejo de Caroline es pensar en términos generales: «¿Las donaciones puntuales y urgentes tendrían más impacto en el exterior debido a las tasas de cambio de divisas? Es necesario investigar y actuar inteligentemente con respecto a aquello que se tiene para dar y las causas que nos apasionan».
- Vínculos: Por algo existe el dicho «No es lo que sabes, sino a quién conoces». Caroline sugiere examinar la red personal de familiares, compañeros de deporte, amigos y compañeros de trabajo para ver con quién puede unir fuerzas. «Aprovechar las habilidades y redes de los demás puede amplificar su impacto», explica. «O tal vez su papel sea el de catalizador, conectar a las personas que pueden provocar un gran cambio juntas».
Conociendo la causa que desea apoyar y sus «4T», puede empezar a crear un plan de inversión filantrópica: «Una estrategia clara define los montos y plazos de inversión. Compruebe si tiene sentido crear su propia estructura benéfica, sopese si prefiere compromisos a corto o largo plazo, aprenda a evitar que las emociones se apoderen de las decisiones e identifique quién vigilará su seguridad financiera», comenta Caroline.
Asimismo, hay que estar lo más informado posible sobre cómo encontrar al socio o la organización benéfica adecuados, los pros y los contras de una implicación local frente a una global, cómo medir eficazmente el impacto y las consecuencias fiscales», concluye Caroline.