¿Qué es la asignación de activos?
A la hora de determinar dónde colocar su dinero, debe tener en cuenta la diversificación, porque el futuro es desconocido e incierto y repartir sus inversiones de forma razonable le permite resistir los baches del camino. No es necesario diversificar demasiado, pero conviene repartir las inversiones entre distintos tipos de riesgos y clases de activos.
La asignación de activos es la forma en que los inversionistas dividen su cartera de inversión entre diferentes clases de activos. Las clases de activos son un grupo de inversiones que comparten características similares y están sujetas a las mismas leyes y regulaciones. Las clases de activos más comunes son la renta variable, la renta fija, las inversiones alternativas y los bonos. El objetivo de los inversionistas es equilibrar riesgos y beneficios en función de los objetivos financieros, la tolerancia al riesgo y el horizonte de inversión, lo que se logra mediante la asignación de activos. He aquí nuestros seis principios de asignación de activos.
1. Asegúrese de que puede seguir adelante pase lo que pase.
El primer paso de la asignación de activos —el paso estratégico— es encontrar un esquema de asignación que satisfaga sus necesidades individuales. Esto significa que debería terminar con un desglose y un riesgo asociado con los que pueda vivir pase lo que pase en el mercado; incluso en caso de un shock extremo que provoque una caída temporal de la cartera. Y recuerde: cuando los mercados son volátiles, su asignación estratégica es su posición de inversión por defecto, no el efectivo.
2. Empiece por su objetivo de inversión para determinar su tolerancia al riesgo
La primera pregunta que debe hacerse al establecer su asignación de activos es «¿cuál es mi objetivo de inversión?». Aquí, el paso más importante es definir su tolerancia al riesgo, ya que usted calibrará su combinación de activos en función de la cantidad de riesgo que esté dispuesto a asumir, y esto se reflejará en sus rentabilidades a lo largo del tiempo.
3. Adopte un enfoque prospectivo
Una vez definida su tolerancia al riesgo, puede empezar a asignar sus activos. Hay varias maneras de crear una asignación de activos, pero el enfoque que he rechazado desde el principio de mi carrera es mirar hacia atrás. Este método consiste en examinar los rendimientos pasados y las correlaciones. Pero como el punto de partida es diferente, los rendimientos también lo serán, por lo que esto no funciona. De hecho, la historia demuestra que las correlaciones son muy inestables a lo largo del tiempo.
En Julius Baer, preferimos adoptar un enfoque prospectivo. Comience con las perspectivas a largo plazo, donde esbozamos las principales tendencias y fuerzas estructurales que están actuando en la economía y que incidirán en los mercados y los inversionistas durante la próxima década. A continuación, hacemos suposiciones sobre cómo rendirán los distintos activos en ese entorno y lo reflejamos en nuestra asignación estratégica de activos.
4. Los componentes básicos deben combinarse de forma sensata
Una vez que haya decidido el desglose por clases de activos, deberá decidir cómo va a aplicar cada una de las clases de activos que componen su cartera. ¿Invertirá de forma pasiva o activa? Tanto para la inversión activa como para la pasiva hay que elegir el instrumento adecuado y tratar de dar sentido al conjunto de la cartera, porque la suma de las partes es mucho más importante que todas y cada una de las partes individuales. Algunos instrumentos habituales son las acciones, los bonos, los fondos cotizados en bolsa (ETF) y los fondos comunes.
5. Los horizontes temporales más largos funcionan mejor, pero hay que ser pragmático
El horizonte temporal es un factor importante. Aunque todos los libros de texto sobre inversión le dirán que cuanto más largo sea el horizonte temporal, mejor, la cuestión es que la vida es incierta. Lo paradójico es que cuanto más tiempo sea paciente, menos incierta será la inversión. Por supuesto, no se puede decir a todo el mundo que tiene que esperar 20 años.
6. Ajuste su cartera en función de las oportunidades de mercado y los objetivos estratégicos
¿Cuándo debe desviarse de su estrategia? La mayoría de las veces es importante mantener el rumbo y ceñirse a su estrategia. Si llega a ser necesario que actúe y haga algo diferente dependerá de lo que ocurra en los mercados. A menudo se presentarán oportunidades para recoger beneficios y reinvertir el capital en otras clases de activos o para reequilibrar y comprar más de lo que ya se posee, pero son realmente los mercados los que ofrecen estas oportunidades a lo largo del tiempo.
También habrá momentos en los que la volatilidad será baja y la dispersión de los rendimientos de los activos será más bien escasa, así que ¿por qué moverse? Pero también habrá momentos en los que la volatilidad será mayor, lo cual proporcionará oportunidades para operar.
Hay otras circunstancias en las que puede querer ajustar su cartera. El reequilibrio es importante, ya que tiene el mérito de aportar disciplina y le ayuda a ceñirse a su objetivo de inversión. Una buena regla general es reequilibrar una vez al año, preferiblemente no a final de año. También podría ajustar su objetivo de inversión. Las circunstancias de las personas cambian a lo largo de su vida; cambian sus obligaciones, su familia, su situación personal.
Por último, debería revisar fundamentalmente su asignación estratégica una vez al año. Una vez más, no puedo insistir lo suficiente en la importancia de las perspectivas a largo plazo, ya que es necesario comprender las tendencias estructurales cambiantes que influyen en los precios de los activos y posicionarse en consecuencia.
Puntos principales: Qué recordar
Lo más importante que hay que recordar es que, aunque las emociones influyan, debe ser capaz de ceñirse a su asignación de activos pase lo que pase en los mercados.
El segundo punto es que, aunque un enfoque prospectivo es mejor que uno retrospectivo, no hay que dedicar demasiado tiempo a predecir el futuro. Precisamente, hay que diversificar porque el futuro es desconocido e incierto. De vez en cuando habrá una oportunidad en el mercado, como una gran sacudida, que realmente puede aprovecharse. Pero la mayoría de las veces parta del principio de que no sabe lo que pasará mañana y, mediante la diversificación y la asignación estratégica de activos, su cartera puede resistir los altibajos.