A pesar de la volatilidad de los mercados financieros, a Diego Wuergler le apasiona comprender las fuerzas que lo mueven, desde la demografía y la geopolítica hasta los cambios sociales. Desde hace aproximadamente dos décadas trabaja para Julius Baer y supervisa el equipo de asesoramiento de inversión en todo el mundo, con equipos en Zúrich, Lugano, Ginebra, Londres, Dubái, Mónaco, São Paulo, Montevideo, Fráncfort y Santiago del Chile. A lo largo de su carrera ha logrado acumular muchos conocimientos sobre las turbulencias financieras.
¿Qué es una corrección de mercado?
«Una crisis financiera es una brusca corrección de mercado de entre el 40% y el 50%, en contraste con una corrección de mercado típica, que suele oscilar entre el 10% y el 15%», explica Diego. Una corrección suele durar solo algunas semanas o meses, y a menudo actúa como un ajuste necesario para los mercados financieros. Está impulsada por la entrada constante de nueva información, tanto positiva como negativa, que obliga al mercado a ajustarse correspondientemente.
A la pregunta de con qué frecuencia se producen estas crisis, Diego responde: «En los últimos 25 años hemos observado tres de estas grandes correcciones. Así que podemos hacer cuentas. Aproximadamente cada diez años podríamos esperar una caída significativa del mercado».
Navegar por entornos de mercado bajo tensión puede ser todo un reto. «Según mi experiencia, los errores de inversión suelen derivarse de un asesoramiento financiero inadecuado o de prejuicios emocionales que llevan a las personas a aferrarse a sus narrativas», señala Diego. Para evitar estos errores es esencial que los inversionistas se cuestionen de manera constante, escuchen activamente lo que indica el mercado y ajusten sus estrategias correspondientemente.
Según Diego, estos son los cinco errores más comunes que los inversionistas pueden enfrentar durante una crisis:
Error 1: «Vendamos ahora y esperemos a que la cosa se calme».
El equivalente para los inversionistas con mucho efectivo sería «mantengamos el efectivo y esperemos a que la cosa se calme».
La visión alternativa de Diego: En lugar de vender por pánico o esperar demasiado, es mucho mejor crear desde el principio una exposición sólida estructurada en torno a temas de inversión bien definidos y a largo plazo. Algunos ejemplos son la inversión en acciones estadounidenses, automatización y robotización, ciberseguridad, transición energética, inteligencia artificial y computación en la nube, y longevidad. Como estos temas representan tendencias estructurales a largo plazo, las correcciones de mercado a corto plazo no deberían destruir los fundamentales subyacentes.
Error 2: «El mercado está equivocado».
No es el mercado el que está equivocado, sino nosotros como individuos. En un momento dado, el mercado simplemente descuenta toda la información pública disponible (los fundamentales), así como la psicología de los inversionistas (la dinámica).
La visión alternativa de Diego: Nunca vaya en contra de una tendencia. La mayoría de las veces tardamos varias semanas o varios meses en entender por qué el mercado actual cotiza a los niveles actuales. Es mejor escuchar lo que el mercado nos dice y solo realizar los ajustes necesarios cuando se produzca un cambio de tendencia. El actual mercado alcista duradero comenzó en mayo de 2013. En promedio, este periodo dura entre 16 y 18 años.
Error 3: «Esta vez es diferente».
Esta creencia es un error común en la inversión. Puede que nos hayamos sentido así porque no hace mucho sufrimos una pandemia sin precedentes, pero el contexto siempre es diferente. Por ejemplo, durante la burbuja tecnológica de 2000, las valuaciones desorbitadas dominaron la escena, mientras que la crisis financiera de 2008 estuvo marcada por el colapso del sistema financiero, no del mercado en sí.
La visión alternativa de Diego: Lo que nunca cambia en una crisis financiera es nuestro comportamiento o nuestra reacción, que siempre se basan en la codicia y el miedo. Una vez comprendida la naturaleza de las correcciones de mercado, es mucho más fácil controlar las emociones y evitar tomar decisiones contraproducentes.
Error 4: «No puedo vender estas acciones perdiendo tanto. Voy a mantenerlas durante un tiempo y veamos qué ocurre».
En la opinión de Diego Wuergler evitar una pérdida (y mantener acciones zombis) es una de las peores estrategias. Normalmente, «lo que ocurre después» es que no pasa absolutamente nada, ya que estas acciones no van a ninguna parte.
La visión alternativa de Diego: Una crisis cambia el mundo. Esta define claramente a los ganadores y perdedores, por lo que hay que deshacerse rápido de los perdedores. No hay que quedarse con el efectivo, sino reinvertir en ganadores estructurales. Una pérdida no realizada sigue siendo una pérdida. Como también señaló Michel Munz, CIO adjunto de Julius Baer, la mejor manera de recuperarse rápidamente de pérdidas anteriores es asegurarse de que lo que poseemos ahora tendrá un mejor rendimiento en el futuro. Una crisis cambia el mundo. Esta define claramente a los ganadores y perdedores, por lo que hay que deshacerse rápido de los perdedores.
Error 5: «Compra barato, vende caro».
Esta es una lección fundamental en el ámbito de las finanzas y la economía: la realidad es que solo se puede determinar cuándo una acción está en su punto más bajo o más alto después de que se haya producido el hecho, lo que dificulta tomar decisiones de compra y venta en el momento adecuado (véase Por qué intentar encontrar el momento preciso del mercado es un enfoque erróneo). Especialmente en un entorno de mercado positivo se tiende a tener un enfoque contrario y solo se compran valores que cotizan a la baja. Desgraciadamente, a menudo cotizan a la baja por una buena razón, por lo que usted termina comprando lo que debería evitar (véase el error 4). O lo que es mucho peor, puede quedarse esperando el momento perfecto para comprar barato y luego perdérselo por completo.
La visión alternativa de Diego: Una estrategia mucho más eficaz es «comprar caro, vender aún más caro». Si se trata del valor adecuado dentro del tema de inversión correcto, no es tan importante si se compra a un nivel «alto».
«No somos robots, somos seres humanos. Como ser humano, tienes emociones, lo que naturalmente crea muchos prejuicios», explica Diego. Este factor emocional suele manifestarse como aversión a las pérdidas, lo que lleva a los inversionistas a mostrarse reticentes a vender activos asumiendo pérdidas. Como resultado, se aferran a los valores de bajo rendimiento mientras descuidan sus inversiones más exitosas.
Así que, aparte de evitar los cinco errores de inversión más comunes, ¿qué último consejo puede darnos Diego?