«Me gusta explorar cómo está cambiando nuestra percepción del tiempo y el espacio ahora que las máquinas dominan nuestra vida cotidiana», explica Anadol. «Me intrigan las formas en que la IA nos permite desarrollar nuevas técnicas para crear entornos inmersivos enriquecidos que ofrezcan una percepción dinámica del espacio».

Para Anadol, la IA es algo más que algoritmos de aprendizaje automático. En la actualidad, las máquinas aprenden de las fuentes de datos reconociendo patrones y son capaces de crear nuevos patrones en función de lo que han aprendido. «Técnicamente, esos datos son la memoria de la IA», añade Anadol. «Y esa memoria puede adoptar muchas formas en términos de color y textura. Como artista, no solo me interesa cómo la tecnología puede crear imágenes realistas, sino también cómo puede crear experiencias alucinantes a partir de estas memorias».

A medida que vaya evolucionando, la IA no solo supondrá una revolución para las artes, sino que también tiene el potencial de ayudarnos a diseñar nuevas soluciones para nuestros problemas. La IA ya se está utilizando en entornos médicos para diagnosticar enfermedades con una rapidez y una precisión superiores a las de los humanos, y también puede ayudar a diseñar tratamientos más eficaces. Con el tiempo se convertirá en una herramienta colaborativa que todos utilizaremos a diario. A medida que vayamos incorporando la IA a nuestras vidas, los lugares de trabajo del futuro tendrán que evolucionar porque podrá sustituir a las personas en muchos ámbitos y sectores. Sin embargo, Anadol también ve el lado positivo, pues piensa que, al mismo tiempo, la IA creará muchos puestos de trabajo nuevos.

Revolucionando el arte en la era digital
Como pionero en su campo, y el primero en utilizar la inteligencia artificial en una obra de arte pública, Anadol se dedica a la creación artística en el punto de intersección entre los humanos y las máquinas. Mediante la recopilación de los datos que fluyen a nuestro alrededor como material primario y con la colaboración de una mente computarizada, Anadol y su equipo pintan con un pincel inteligente, ofreciendo representaciones radicales de nuestros recuerdos digitalizados. Este enfoque único amplía las posibilidades de la arquitectura, la narrativa, el espacio y el tiempo. Esto se traduce en esculturas de datos de IA específicas de cada lugar, presentaciones audiovisuales en directo, instalaciones inmersivas y muchas formas de NFT. Edificios enteros cobran vida, suelos, paredes y techos desaparecen en el infinito, estéticas impresionantes toman forma a partir de grandes series de datos y lo que antes era invisible para el ojo humano se hace visible, ofreciendo al público nuevas perspectivas. Simultáneamente, sus obras nos animan a replantearnos nuestro compromiso con el mundo, sus dimensiones temporales y el potencial creativo de las máquinas.

En una época de alteraciones climáticas sin precedentes, el autor también es consciente del impacto medioambiental de su trabajo. «Soy muy cuidadoso en lo que respecta al uso de la energía», concluye. «Utilizo tecnologías de cadena de bloques que no consumen mucha energía y recurro a la computación en la nube porque esta solución de bajo consumo energético ayuda a minimizar mi impacto en la naturaleza».

Para sus producciones reúne a artistas, científicos vanguardistas especializados en datos e investigadores de renombre, lo que lo sitúa en el punto de intersección entre el arte, la ciencia y la tecnología. Sus obras se han presentado en lugares emblemáticos, museos y festivales de todo el mundo y han recibido numerosos premios y galardones. Como pionero en la adopción de la tecnología de cadena de bloques, Anadol también estableció un nuevo récord asiático para la colección de NFT más cara vendida por un solo artista..

El impacto de la IA y la disrupción digital en la escena artística y la inversión en arte

Anadol no cree que el arte generado por la inteligencia artificial vaya a relegar a los artistas tradicionales a un segundo plano. Por el contrario, está convencido de que su uso creará más oportunidades digitales para que los artistas desarrollen su oficio. Puede que incluso sean capaces de explorar dimensiones que antes les eran desconocidas. «Los artistas del futuro podrán explorar mundos que nunca habrían podido imaginar en el pasado», continúa, «así que, en cierto modo, elevará el nivel del arte convencional».

Sin embargo, el arte generado por IA es un área que puede necesitar algún tipo de regulación. Por ejemplo, en los Sony World Photography Awards 2023, la obra del artista alemán Boris Eldagsen, «Pseudomnesia: The Electrician», ganó la categoría creativa abierta, pero Eldagsen se negó a aceptar el premio tras admitir que su obra había sido creada por la IA. Muchos artistas y fotógrafos ya han emprendido acciones legales porque les preocupa que la IA esté explotando abusivamente las obras de artistas de renombre mundial, aunque otros creen que la IA no es más que otra herramienta creativa que puede generar obras valiosas en lo que podría convertirse en una nueva categoría de arte.

Para un artista, la propiedad de las obras creadas es una cuestión fundamental. La trayectoria y la experiencia del artista son los factores que dan valor a las obras tradicionales, y Anadol cree que lo mismo debería ocurrir con las piezas creadas con su software. «Puedo decidir si una pieza debe venderse a un coleccionista, ofrecerse a un museo o si simplemente debe ponerse a disposición de todo el mundo», añade.

El apoyo de Julius Baer a las artes y la exploración de las tendencias que moldean nuestro futuro

Julius Baer lanzó recientemente su iniciativa «NEXT», destinada a fomentar la exploración interdisciplinaria de las megatendencias en las artes, la ciencia y la tecnología. NEXT demuestra cómo estos campos pueden interactuar para crear nuevas perspectivas y ofrece una reflexión acerca de los cambios en las prioridades de la sociedad.

Como parte de la iniciativa NEXT de Julius Baer, Refik Anadol se embarcará en un viaje innovador para crear una serie de obras de arte multisensoriales basadas en un enorme conjunto de datos de imágenes de glaciares de todo el mundo. El tema fue elegido por el artista como símbolo global de un elixir de vida y de la fragilidad del mundo. La obra «Glacier Dreams» se desarrollará en múltiples capítulos y lugares. El primer capítulo se presentó en forma de sala inmersiva en el salón Julius Baer durante Art Dubai 2023 (véase el vídeo de arriba). Los próximos capítulos se presentarán como proyecciones en el Museo ArtScience de Singapur y en el Teatro de Basilea durante Art Basel. La obra de arte está compuesta por imágenes envolventes, un audio hipnotizador e incluso un aroma generado mediante IA. «Después de haber creado obras en el punto de intersección entre el arte, la ciencia y la tecnología durante más de una década», afirma, «me entusiasma que estemos en un momento en el que dicha intersección se considera una nueva realidad. Mi objetivo siempre ha sido utilizar las últimas tecnologías de forma que vayan más allá de su finalidad original. Veo las máquinas como colaboradores y traspaso los límites de lo posible utilizando los datos de forma poética».