Entre los palpitantes riffs de jazz y las potentes voces, hay escasos momentos de tranquilidad en el MJF. Aprovechando estas pausas, en la elegante sala de clientes de Julius Baer, Yves Robert-Charrue, nuestro Director para Suiza, Europa, Oriente Medio y África y miembro del Comité Ejecutivo, consiguió conversar con Mathieu Jaton.
Jaton, quien empezó como miembro del equipo hace 28 años, ha dedicado la mayor parte de su vida al Festival. Gracias a algunas conexiones de antaño y a ciertos encuentros fortuitos (uno de los cuales consistió en que el fundador Claude Nobs lo invitó a acompañar al elenco de los Monty Python a comer en Montreux), ascendió al cargo de CEO hace diez años.
Una historia de pensamiento progresista
Nobs, explica Jaton, era un adelantado a su tiempo. Su vocación por la innovación fue lo que convirtió al MJF en sinónimo de prestigio musical entre los mejores artistas del mundo. La brillante idea de Nobs de grabar cada actuación, permitiendo que estas grabaciones se transformaran en la reconocida serie «Live at Montreux», contribuyó a impulsar la marca del Festival.
Compartir la chispa que se produce en el escenario con los fans para que la disfruten todos desde casa es algo habitual para el MJF, incluso hoy en día. Jaton utiliza el poder de internet para transmitir actuaciones a un público remoto, catapultando las ideas técnicas iniciales de Nobs al siglo XXI.
Y es aquí donde Julius Baer se cruza con el MJF en la intersección entre el patrimonio y las futuras generaciones. En consonancia con nuestro compromiso con el Festival, estamos involucrados en MJF Spotlight, un nuevo formato digital que utiliza Spotify, YouTube y TikTok para mostrar lo mejor de los artistas comerciales emergentes. Julius Baer también apoya a los jóvenes talentos del jazz a nivel internacional a través de la Montreux Jazz Artists Foundation.
El enfoque preciso y personal del programa Spotlight refleja la intimidad del MJF. Como señala Jaton: «Uno de los aspectos más importantes del Festival es la intimidad, la proximidad y el factor humano». Añade que la digitalización puede potenciar este festival de 16 días, siempre que la tecnología no se utilice «por el mero hecho de ser tecnología».
Del mismo modo, en lo que respecta al Banco, Robert-Charrue explica: «Nuestro negocio tiene que ver con la gente, ¿verdad? Se trata de personas que hablan con clientes. Y, por supuesto, la tecnología adquiere mayor importancia. Utilizamos la tecnología para interactuar también con los clientes, para utilizar la inteligencia artificial, para acceder a diferentes canales, también en lo referente a la publicación y difusión de contenidos.
Así que creo que es muy importante incorporar la tecnología, incluso en nuestro negocio, que obviamente es más tradicional», añade Robert-Charrue.
El lado humano de la música
Cuando se trata de conexiones humanas, los artistas no son una excepción. A modo de anécdota, Jaton detalla un momento que compartió con el emblemático músico Nick Cave y que ilustra la espontaneidad y la sinceridad que caracteriza al MJF.
A pesar de estar al frente del MJF, Jaton no utiliza su estatus para acercarse a la fama. «Mi postura es apartarme siempre un poco. Nunca fuerzo nada porque siento que el artista está aquí por la música y por el público. Pero siempre espero experimentar momentos en los que ocurra algo humano», explica.
«No soy el tipo que llamará a la puerta del salón y dirá: “Hola, soy el director del Festival. ¿Cómo estás? Bla, bla, bla”. Prefiero pasar cinco minutos intensos en los que se establezca una relación humana estupenda, antes que tener 100 encuentros con el artista, pero sin una relación real.
«Tomo el ejemplo de Nick Cave, porque todo el mundo me pregunta: “¿Has visto a Nick Cave tras el escenario después del espectáculo? ¿Has hablado con él?” Y, honestamente, cuando bajó del escenario, aún estaba muy concentrado en la música. Lo vi caminando y todavía seguía en el espectáculo. ¿Cómo puedo llegar a él y decirle: “Hola, ¿buen espectáculo?” Es decir, es obvio que esto no funciona así»,
La casualidad quiso que, a la mañana siguiente, Cave se sentara junto a Jaton en el desayuno y, naturalmente, ambos entablaron conversación. «Pasamos como diez minutos juntos hablando del espectáculo», dice Jaton. «Y ese fue el mejor momento para mí. No necesito más. Esas cosas son humanas. Cuando es auténtico, cuando es real, entonces funciona».
Otras leyendas del mundo de la música también han mostrado su pasión por el Festival. Jaton recuerda que la actuación de Diana Ross estuvo salpicada de muchos momentos humanos genuinos, y ella no dejó que las dificultades organizativas afectaran a su presentación. «No habían tenido tiempo de ensayar bien porque el avión se retrasó, faltaba el equipaje... así que esa tarde fue una pesadilla. Pero ella fue un encanto. Y eso nos demuestra que realmente quería participar en Montreux de una manera muy especial», afirma.
«Esa tarde, sacó a todos los músicos al escenario sin ensayar y dijo: “Este espectáculo es clave. ¿Conocen la historia del Festival? ¿Saben por qué estamos aquí? Vamos a hacer un gran espectáculo”». Jaton cree que son estos momentos de respeto a la autenticidad del Festival los que preservan su legado.
Creando redes entre generaciones y sectores
La conexión humana es fundamental para la asociación entre el MJF y Julius Baer. Como recomienda Jaton a los músicos emergentes, estos deben ser generosos con su tiempo y mantenerse involucrados, ya que crear una red es vital. Esto no es diferente para la próxima generación de gestores de patrimonio en Julius Baer, ya que Robert-Charrue señala que en el banco se anima a los talentos emergentes a ampliar su red y pasar a la acción.
Explica que algunas personas al principio de su carrera financiera «dicen que irán a la escuela de negocios, obtendrán un buen título y luego todo sucederá». A esto, responde: «En absoluto. Tienes que gestionar tu propia carrera, tienes que crear tu red de contactos, tienes que encontrar tu personalidad, ver en qué eres bueno y también qué te gusta hacer.
«Hay que saber manejarlo y hacer que las cosas sucedan. No ocurrirán si solo permaneces sentado en un rincón, esperando».
Robert-Charrue añade que los valores del MJF se corresponden con los ideales a largo plazo de la familia Baer, partidaria de llevar el arte y la creatividad al mundo cotidiano. Algunos dirán que son una pareja de ensueño, o como lo llama Jaton, un romance de valores.
Recordando su conversación sobre la asociación cuando ambos se reunieron en Zúrich, sede de Julius Baer, Jaton afirma: «Me encantó este momento porque es el tipo de momento que esperas cuando estás creando una nueva asociación».
«Estábamos sentados alrededor de la mesa con todo tu equipo, y yo hablaba de nuestros valores y tú de los de ustedes, y todo coincidía como en una especie de historia romántica. Y creo que es genial. Porque entonces, todo es sencillo», concluye con una sonrisa.